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Los alimentos más comunes que causan intolerancias parecen ser los colorantes, los azúcares, el trigo, la leche y la soja. El trigo y los cereales mixtos pueden variar mucho en cuanto a su digestibilidad, causando estrés en su sistema digestivo y provocando muchos de los síntomas mencionados.

Si sospecha que existe una intolerancia alimentaria, evite dar a su perro cualquier alimento o golosina que contenga alguno de los ingredientes sospechosos durante un mínimo de 4 semanas, y luego reintroduzca cada ingrediente, uno a la vez, y observe si vuelven los cambios físicos o de comportamiento.

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Todos conocemos a un perro con “intestino de basura”: uno que se come casi cualquier cosa, tanto si está pensada para ser comida como si no. Si tiene la suerte de tener un compañero canino que carece de un paladar exigente, sabrá que a veces puede ser difícil distinguir un pequeño malestar estomacal de una posible reacción alérgica a la comida.

Al igual que las personas, los perros pueden reaccionar negativamente a ciertos alimentos o ingredientes alimentarios. Estas reacciones alimentarias adversas -la expresión que prefieren ahora muchos nutricionistas veterinarios- pueden ser el resultado de una indiscreción dietética, una alergia alimentaria o una intolerancia alimentaria.

La indiscreción dietética (comer algo inapropiado) y la intolerancia alimentaria pueden ser reacciones anormales a alimentos normales o reacciones normales a alimentos anormales. Por ejemplo, los vómitos y la diarrea después de comer pollo mohoso encontrado en el cubo de la basura podrían considerarse reacciones normales a un alimento anormal. El sistema inmunitario del perro no está implicado en la causa de los vómitos y la diarrea.

Una alergia alimentaria, por el contrario, es una reacción anormal a un alimento normal que se produce cuando el sistema inmunitario del perro juzga erróneamente una sustancia inocua y responde como si el cuerpo estuviera siendo atacado por un invasor causante de una enfermedad. Otra forma de verlo: Una alergia alimentaria se produce porque el sistema inmunitario de su perro es defectuoso. No está causada por un problema con el alimento en sí.

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Las alergias no son divertidas para nadie, pero especialmente para su perro, que no puede decirle qué le hace sentir tan mal. Las alergias alimentarias o las intolerancias alimentarias están causadas por una reacción a un ingrediente concreto. A veces se denominan “reacciones adversas a los alimentos” y se definen como una respuesta anormal a un alimento o a un aditivo alimentario. Hay dos clases de reacciones adversas: aquellas en las que interviene el sistema inmunitario (generalmente denominadas alergias alimentarias); y las que se producen sin un componente inmunitario (generalmente denominadas intolerancias alimentarias).

Pueden pasar meses o años antes de que su perro desarrolle una respuesta alérgica a un alimento concreto. Sin embargo, una vez que es alérgico, casi siempre habrá una reacción negativa a ese alimento. Las reacciones alérgicas se asocian con mayor frecuencia a las fuentes de proteínas, normalmente la carne de la comida de su perro.

El diagnóstico específico de las alergias alimentarias en su perro es difícil. Los síntomas más comunes de una alergia/intolerancia alimentaria son los trastornos digestivos o la irritación de la piel. Suelen caracterizarse por el picor y, con menos frecuencia, por los signos gastrointestinales. Las lesiones cutáneas en los perros suelen localizarse en la cara, las patas y las orejas.

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¿Su simpático felino o su preciado perro parecen sufrir alergias o intolerancias? ¿Le confunde la diferencia? Vamos a exponer las diferencias entre alergia e intolerancia alimentaria para ayudar a entender un poco más las necesidades de su mascota.

¿Es lo mismo una alergia alimentaria que una intolerancia? La respuesta sencilla es que no. La alergia a los alimentos para animales de compañía afecta al sistema inmunitario y suele estar provocada por una respuesta a una proteína. La intolerancia alimentaria es una respuesta anormal a un ingrediente, pero no implica al sistema inmunitario.

Los síntomas de ambas pueden ser muy similares. Las alergias implican reacciones inmunitarias y las pruebas no suelen ser fiables, por lo que la única forma real de determinar una reacción alimentaria adversa es mediante una dieta de eliminación. En los animales domésticos, los síntomas de las reacciones adversas a los alimentos que afectan al sistema digestivo incluyen vómitos y/o diarrea, dolor abdominal y/o hinchazón y diarrea ocasional, flatulencia, heces blandas/flojas. Afectando a la piel… picor en la piel, piel inflamada y parches escamosos y costrosos en la piel.